El más habitual de los problemas de hardware en los equipos de sobremesa tiene que ver con la fuente de alimentación. Es muy fácil de detectar porque al intentar encender el ordenador no se enciende ninguna luz. Por lo tanto, la fuente de alimentación no está llegando a la placa base. Apagados repentinos o la falta de batería son otros de las consecuencias de este fallo. Para evitarlo es muy importante elegir una fuente de alimentación buena y revisar el esto de los cables.
Es el tipo de error de hardware que hace que el ordenador pite al encenderse, el ordenador se enciende pero no vemos nada en la pantalla, en el monitor hay rallas verticales o el equipo se vuelve inestable cuando abrimos un programa multimedia. Todos estos casos tienen que ver con la tarjeta gráfica de nuestro ordenador. Para evitarlo es importante la ventilación adecuada del equipo, para evitar sobrecalentamientos.
La memoria RAM produce varios problemas de hardware. Todos ellos pueden ser detectados con software de análisis de problemas en RAM propios como el de Windows o externos como el Memtest86+. Este tipo de errores pueden impedir que el ordenador arranque, errores aleatorios o inestabilidad en el equipo.
La placa base puede generar problemas de hardware en el chip gráfico, chip de red, chip de sonido… Los fallos con los que podemos encontrarnos en la placas base suelen deberse a errores en pistas dañadas, en los condensadores o a cortocircuitos. Para solucionarlos generalmente basta con acoplar una tarjeta PCI en el lugar donde esté el error.
Los errores en el disco duro son los problemas de hardware que mayores pérdidas de información pueden causarnos. Por ello, es muy importante estar al día en las copias de seguridad. Los discos duros mecánicos pueden tener fallos lógicos o fallos físicos. Pero el error más común en un disco duro es que se deteriore la superficie magnética. ¿La solución? Cambiar el disco duro.